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Futuros

Operar futuros: Qué son y cómo funcionan en trading

Escrito por Jennifer Pelegrin

Actualizado 17 de diciembre de 2025

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Tabla de contenidos

    Operar futuros es simplemente una forma de aprovechar los movimientos de un mercado sin tener que comprar el activo. Aunque al principio parezca técnico, en realidad es bastante directo.

    Muchos traders los usan para movernos en índices, materias primas o criptomonedas, tanto si el mercado sube como si baja.

    Aquí te explicamos cómo funcionan los contratos de futuros, qué riesgos tienen y qué debes saber para operarlos.

    Puntos Clave

    • Los futuros son una forma directa de aprovechar movimientos del mercado, sin tener que comprar el activo real.
       

    • El margen y el apalancamiento son tu mejor aliado, o tu peor enemigo, según cómo gestiones el tamaño de la posición.
       

    • Elegir bien el mercado y mantenerlo simple suele funcionar mejor que intentar complicar la operativa.

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    Qué significa operar futuros

    Operar futuros significa trabajar con contratos que fijan hoy un precio para comprar o vender un activo en una fecha próxima. No estás comprando el índice, el oro o el crudo; estás operando un acuerdo basado en su precio.

    Lo bueno es que estos contratos se mueven igual que el mercado subyacente, así que puedes aprovechar subidas o bajadas sin tener el activo en cartera.

    Por lo que  operar con futuros es operar expectativas en realidad, ya que se basa en cómo crees que se moverá el mercado y cómo quieres posicionarte ante ese movimiento.

     

    Cómo funcionan los contratos de futuros

    Los contratos de futuros tienen su propio “manual”, pero la idea es simple: siguen el precio de un mercado y se negocian siempre bajo las mismas reglas. Cuando abres uno, estás entrando en un contrato que se mueve igual que el activo al que hace referencia.

    A partir de ahí, cada futuro tiene sus condiciones en cuánto vale cada movimiento, qué depósito te pide y cuándo vence. Esa estructura es la que marca cómo vas a operar día a día.

     

    Activo subyacente y tamaño del contrato

    El activo subyacente es simplemente el mercado que estás operando: un índice, una materia prima, una divisa o incluso un cripto activo. El contrato de futuros replica su movimiento, pero no te da propiedad sobre él.

    Cada contrato también tiene un tamaño definido. Ese tamaño determina cuánto vale cada punto o tick del mercado. Por eso hay futuros estándar, mini y micro: te permiten ajustar el riesgo y operar con un volumen que encaje con tu cuenta.

     

    Margen, apalancamiento y ajuste diario

    Para abrir un futuro no necesitas pagar su valor completo; solo depositas un margen. Ese margen es la “fianza” que te permite controlar una posición mayor, y de ahí nace el apalancamiento.

    Ese apalancamiento amplifica tanto las ganancias como las pérdidas, y por eso los futuros requieren control del tamaño de la posición.

    Además, cada día se hace un ajuste automático, el famoso mark to market, que suma o resta en tu cuenta según cómo se haya movido el precio. Es parte del funcionamiento normal de cualquier contrato.

     

    Vencimiento y liquidación

    Cada contrato de futuros tiene una fecha de vencimiento. Ese día el contrato deja de existir y se liquida. La realidad es que casi nadie llega hasta ese punto, ya que la mayoría de traders lo cierra antes y listo.

    Según el tipo de contrato, la liquidación puede ser en efectivo o por entrega, pero en índices y muchos mercados financieros lo normal es que se cierre por diferencias. Tú solo ves el resultado final en tu cuenta, no recibes nada físico.

     

    Por qué operar futuros

    Operar futuros tiene sentido cuando quieres moverte con rapidez y sin cargar con el activo. Te permite operar al alza o a la baja, entrar y salir con costes bajos y tener acceso a mercados muy líquidos.

    También evita la típica financiación nocturna de otros productos, algo que muchos traders valoran si mantienen posiciones más tiempo.

    Al final, mucha gente opera futuros porque son directos, transparentes y dan bastante flexibilidad para gestionar movimientos del mercado.

     

    Riesgos reales al operar futuros

    Operar futuros tiene riesgo, y conviene tenerlo claro desde el principio:

    • El apalancamiento juega a favor y en contra. Un movimiento pequeño puede dejarte fuera si no controlas el tamaño de la posición.

    • Puedes perder más de lo que depositas. El margen no es el “límite” del riesgo, solo el requisito para abrir el contrato.

    • Los ajustes diarios pueden comerse la cuenta rápido si el mercado va en tu contra.

    • Algunos mercados de futuros se mueven con fuerza (índices, materias primas, cripto), y la volatilidad puede complicar la operativa.

    • En momentos de estrés, el bróker puede hacerte un margin call y cerrar la posición si no hay fondos suficientes.

     

    Qué mercados de futuros puedes operar

    En futuros puedes operar casi cualquier mercado que veas moverse a diario. Lo más común es empezar por índices como el S&P 500, Nasdaq, DAX o incluso el IBEX 35.

    También tienes materias primas: oro, petróleo, gas, etc que son mercados muy líquidos y con contratos de distintos tamaños.

    Si te interesa el cambio de divisas, hay futuros de FX. Y si vienes del mundo cripto, también existen contratos regulados para operar futuros de criptomonedas sin estar en un exchange spot.

    Al final se trata de elegir el mercado que mejor entiendas y que encaje con tu forma de operar.

     

    Cómo operar futuros paso a paso

    Elige un mercado

    Empieza por un mercado que conozcas bien. Índices, oro, petróleo o incluso futuros de criptomonedas si ya los sigues. Es más fácil operar futuros cuando entiendes qué mueve ese precio.

     

    Abre cuenta con un bróker regulado

    Para operar futuros necesitas una cuenta específica. Busca un bróker regulado, con márgenes claros y plataforma estable. En España, esto es especialmente importante por la normativa y la protección al cliente.

     

    Decide si vas largo o corto

    Si crees que el precio subirá, vas largo. Si ves caída, vas corto. No tiene más misterio. Los futuros te permiten moverte en ambas direcciones sin complicaciones.

     

    Ajusta tamaño, stops y objetivos

    Aquí es donde se marca la diferencia. Elige cuántos contratos vas a operar, pon un stop lógico y un objetivo realista. Con apalancamiento, cada punto cuenta, así que mejor medir bien el tamaño.

     

    Monitoriza y cierra la posición

    Una vez dentro, toca vigilar. Si el mercado se mueve como esperabas, cierra cuando tenga sentido. Si no, corta la pérdida y fuera. Y recuerda: no hace falta esperar al vencimiento; los futuros se cierran cuando tú quieras.

     

    Ejemplo claro de operativa con futuros

    Imagina que sigues el mini Nasdaq y lo ves reaccionando fuerte en una zona de soporte. Cotiza en 15.000 y decides abrir un contrato largo porque esperas un rebote.

    Cada punto vale poco, así que es un futuro cómodo para empezar. El precio sube a 15.012 y cierras ahí. Son 12 puntos a favor, una ganancia modesta pero clara.

    En el lado contrario, si en vez de subir hubiese bajado a 14.988, serían 12 puntos en contra. Por eso es tan importante elegir bien el tamaño y tener claro dónde quieres salir antes de entrar.

     

    Futuros vs. CFDs: Diferencias clave

    Los futuros y los CFDs comparten la idea de operar movimientos de precio, pero no se comportan igual. En futuros trabajas con contratos fijos y con una fecha de vencimiento marcada. En CFDs, tú decides cuánto volumen mover y no hay vencimiento.

    Otra diferencia clara es el coste, ya que los futuros no tienen financiación nocturna, mientras que los CFDs sí la aplican si mantienes la posición varios días.

    Y en cuanto a tamaño, los futuros suelen exigir más capital, mientras que los CFDs permiten operar muy pequeño. Cada uno encaja mejor en un tipo de operativa distinta.

     

    Dónde operar futuros en España

    En España puedes operar futuros a través de brókers regulados que den acceso a mercados como CME, Eurex o MEFF. No todos ofrecen los mismos contratos, así que conviene mirar márgenes, comisiones y la plataforma que usan.

    Lo normal es elegir un bróker que tenga buena ejecución y un soporte sólido, porque en futuros cada punto cuenta. Y antes de abrir una cuenta real, siempre viene bien probar primero la plataforma en demo para ver si se adapta a tu forma de operar.

     

    Conclusión

    Operar futuros no es tan complicado como parece. Al final son contratos que te permiten moverte rápido en índices, materias primas o criptomonedas sin tener que comprar nada físicamente.

    Lo importante es entender bien cómo funcionan el margen, el apalancamiento y los vencimientos, porque ahí es donde está realmente el riesgo.

    Si eliges bien el mercado, controlas el tamaño de la posición y mantienes una gestión de riesgo simple, los futuros pueden ser una herramienta muy útil para trabajar movimientos del mercado con más flexibilidad.

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    Tabla de contenidos

      Preguntas Frecuentes

      No necesariamente. Hoy en día tienes contratos mini y micro que permiten empezar con márgenes bastante bajos. Aun así, conviene tener un colchón, porque el mercado se mueve rápido y necesitas margen para aguantar los ajustes diarios.

       

       

      En la mayoría de casos no ocurre nada “raro”. Simplemente se liquida por diferencias y ves el resultado final en tu cuenta. La mayoría de traders ni llega a esa fecha: cierran antes y listo.

      Depende de cómo operes. Los futuros suelen tener costes más bajos si mantienes posiciones varios días porque no tienen financiación nocturna. Los CFDs salen más flexibles para tamaños pequeños. Cada uno encaja en una forma distinta de operar.

      Sí, sin problema. De hecho, muchos traders intradía los prefieren porque son muy líquidos y la ejecución suele ser más limpia. Solo tienes que ajustar bien el tamaño del contrato.

      No hay uno “mejor” para todo el mundo. Los microfuturos (como micro S&P o micro Nasdaq) suelen ser una buena entrada porque mueven menos dinero por punto y permiten practicar sin tanta presión.

      Sí, siempre que lo hagas a través de un bróker regulado que ofrezca contratos de futuros sobre criptomonedas en mercados oficiales. Es una forma de operar cripto sin estar en plataformas spot ni usar derivados no regulados.

      Jennifer Pelegrin

      Jennifer Pelegrin

      SEO Content Writer

      Jennifer Pelegrin es redactora SEO con cinco años de experiencia escribiendo para sectores como las finanzas y la ciberseguridad. Está especializada en transformar temas complejos en contenidos fáciles de entender, ayudando a los lectores a comprender mejor la información.

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