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Escrito por Jennifer Pelegrin
Actualizado 8 de agosto de 2025
Tabla de contenidos
El término bear market se ha vuelto habitual en las noticias financieras, sobre todo cuando los mercados entran en una fase complicada. Saber qué es bear market y cómo afecta a las inversiones no es solo cosa de expertos: cualquier persona que invierta debería tenerlo claro.
Estas etapas de caídas prolongadas suelen venir acompañadas de incertidumbre, volatilidad y una sensación generalizada de pesimismo. Pero también son parte del ciclo natural de cualquier mercado.
En este artículo te ayudamos a entender cómo se comporta un mercado bajista, qué señales anticipan su llegada, y qué estrategias pueden ayudarte a proteger tu cartera o incluso aprovechar nuevas oportunidades.
Puntos Clave
Un bear market ocurre cuando los precios caen más de un 20 % desde sus máximos recientes y el pesimismo se instala en el mercado.
Factores como recesión, inflación alta o crisis globales suelen desencadenar estas fases bajistas.
Saber cómo actuar en un bear market, sin vender en pánico y con una estrategia clara, puede ayudarte a proteger o incluso mejorar tu cartera.
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Un bear market, o mercado bajista, describe un periodo en el que los precios de los activos financieros caen de forma continuada y generalizada. Por lo general, se considera que un mercado entra en fase bajista cuando la caída supera el 20 % desde sus máximos más recientes.
Durante estas etapas, predomina una tendencia bajista: los inversores pierden la confianza, el volumen de negociación se reduce y la incertidumbre económica gana terreno. No se trata de una simple corrección, sino de una caída prolongada del mercado que puede durar meses o incluso años.
Aunque suele asociarse a las acciones, un bear market también puede afectar a bonos, criptomonedas o materias primas. La clave está en el cambio de percepción: el miedo a nuevas pérdidas hace que muchos inversores vendan, lo que a su vez refuerza la caída.
Entender cómo funciona un bear market es esencial para tomar decisiones con perspectiva y no dejarse llevar por el pánico.
La expresión bear market no es casual. Viene del símbolo del oso, un animal que ataca con fuerza hacia abajo, igual que los precios durante una fase bajista del mercado. En contraposición, el toro, bull market, embiste con los cuernos hacia arriba, representando los periodos de crecimiento.
El uso de estos términos se remonta al siglo XVIII, cuando se popularizaron entre comerciantes e inversores británicos. Algunos estudiosos lo relacionan con la expresión “vender la piel del oso antes de cazarlo”, que se usaba para referirse a operaciones especulativas con expectativas de bajada.
Hoy en día, hablar de bull and bear market es habitual en el lenguaje financiero, y ambos conceptos resumen bien los dos grandes ciclos que atraviesan los mercados: expansión y contracción.
Comprender el bear market significado desde su raíz ayuda no solo a usar bien el término, sino también a interpretar mejor el contexto psicológico y emocional que lo acompaña.
Un mercado bajista no es solo una bajada de precios, sino una fase más compleja que arrastra emociones, indicadores y comportamiento inversor. Aunque cada caso tiene sus matices, hay una serie de elementos que suelen repetirse:
Caída prolongada de los precios: Normalmente superior al 20 %.
Alta volatilidad: Con movimientos bruscos en sesiones consecutivas.
Venta masiva de activos: Especialmente por parte de minoristas y fondos nerviosos.
Pérdida de confianza: Con predominio de una narrativa negativa en los medios.
Reducción de la liquidez: Esto supone vender sin penalizaciones.
Índices bursátiles a la baja: Incluso cuando algunas empresas mantienen buenos resultados.
Entender la diferencia entre un bull market y un bear market es clave para cualquier inversor. No solo porque afectan a las decisiones de entrada o salida, sino porque la actitud del mercado cambia por completo.
En un mercado alcista, predomina el optimismo: los precios suben de forma sostenida, aumenta el volumen de inversión y la confianza general se refuerza. En cambio, un mercado bajista se caracteriza por una tendencia bajista prolongada, mayor incertidumbre y retirada de capital.
Las principales diferencias son claras:
En el bull market, la mayoría compra; en el bear market, la mayoría vende.
El bull market suele durar más tiempo y generar rendimientos mayores.
En el bear market, el foco se desplaza de la rentabilidad a la preservación del capital.
La psicología del inversor cambia: en alza hay entusiasmo; en baja, miedo o parálisis.
Un bear market no aparece de la nada: suele estar provocado por una combinación de factores económicos, políticos y sociales que afectan la confianza de los inversores y empujan los precios a la baja. Estas son algunas de las causas más frecuentes:
Recesión económica: Cuando el crecimiento del PIB se estanca o se contrae durante varios trimestres, las empresas ven caer sus beneficios y los inversores anticipan más pérdidas.
Subidas de tipos de interés: Para frenar la inflación, los bancos centrales elevan las tasas, lo que encarece los préstamos y enfría el consumo y la inversión.
Alta inflación: La pérdida de poder adquisitivo impacta directamente en el gasto de consumidores y empresas.
Conflictos geopolíticos: Guerras, tensiones comerciales o crisis diplomáticas generan incertidumbre y ventas masivas.
Crisis sanitarias o eventos globales: Pandemias como la del COVID-19 paralizan sectores enteros y alteran el equilibrio del mercado.
Tras el colapso del mercado hipotecario en EE. UU. y la quiebra de Lehman Brothers, los principales índices bursátiles se desplomaron más de un 50 %. Fue uno de los periodos de pérdidas financieras más graves desde la Gran Depresión.
En febrero y marzo de 2020, el miedo global a la pandemia provocó una caída abrupta en los mercados. El S&P 500 perdió más del 30 % en pocas semanas, entrando técnicamente en bear market. A pesar de la recuperación posterior, fue una lección sobre la reacción de los inversores ante la incertidumbre.
Durante este periodo, muchos analistas utilizaron herramientas como las bandas de Bollinger para intentar anticipar posibles zonas de reversión.
Aunque no se usaba el término “bear market” de forma habitual entonces, la caída del mercado tras el crash de octubre de 1929 marcó el inicio de una fase bajista histórica. Los precios tardaron más de una década en recuperarse completamente.
Según la fuente de Finst, el mercado cripto vivió una tendencia bajista marcada: Bitcoin cayó de casi $20.000 a $3.000 y muchas altcoins perdieron más del 90 % de su valor. Fue un ejemplo claro de un mercado bajista prolongado fuera del entorno bursátil tradicional.
Después del auge de 2021, el sector cripto sufrió una caída prolongada del mercado. La caída de proyectos como Terra (LUNA) y el colapso de FTX afectaron profundamente la confianza del inversor.
Reconocer a tiempo una fase bajista del mercado puede ayudarte a tomar mejores decisiones y proteger tu cartera. Aunque no siempre es fácil, hay ciertos síntomas claros que suelen anticipar o confirmar que estamos ante un bear market:
Caída de más del 20 % en índices clave, como el S&P 500, Nasdaq o el IBEX 35, desde sus máximos recientes.
Tendencia bajista prolongada, que se mantiene durante semanas o meses, sin señales consistentes de recuperación.
Aumento en la volatilidad, reflejado en indicadores como el índice VIX, que mide la incertidumbre del mercado.
Desaceleración económica, con datos negativos de crecimiento, empleo o consumo.
Sentimiento negativo generalizado, donde predomina el pesimismo y los medios destacan titulares alarmistas.
Fuerte caída en acciones líderes, incluso en compañías con buenos fundamentales.
Un bear market puede parecer una pesadilla si estás empezando a invertir. Pero no todo es negativo: estos periodos también ofrecen oportunidades si sabes cómo moverte con cabeza.
Lo primero: no vendas en pánico. Tomar decisiones emocionales suele salir caro. La paciencia es clave.
También es importante diversificar tu cartera. No pongas todos los huevos en la misma cesta: reparte tu capital entre diferentes activos y sectores para reducir el riesgo. Puedes profundizar más en este enfoque leyendo nuestra guía sobre inversiones en tiempos de crisis.
Otra estrategia útil es invertir a largo plazo en activos sólidos. Empresas con buenos fundamentales o activos refugio como el oro tienden a resistir mejor. Si quieres ver cómo funcionan en distintos ciclos, podrías explorar nuestro artículo sobre materias primas.
Además, muchos traders utilizan el método Dollar-Cost Averaging (DCA), que consiste en invertir cantidades pequeñas de forma periódica. Esta técnica ayuda a suavizar el precio medio de entrada y evita tener que “acertar” el momento perfecto.
Y por último: aprovecha para aprender. Una fase bajista también es buen momento para estudiar patrones, repasar estrategias y prepararte mejor. Te puede interesar nuestra guía sobre stop-loss dinámico o trading en simulación para seguir practicando sin riesgo.
Detectar cuándo empieza a acabarse un bear market no es fácil, pero hay ciertos indicios que suelen marcar el inicio de un nuevo ciclo:
Incrementos graduales en los precios, especialmente en índices de referencia y acciones líderes.
Disminución de la volatilidad, lo que sugiere que los inversores empiezan a recuperar la confianza.
Mejora del sentimiento del mercado, con más noticias positivas y menos titulares alarmistas.
Recuperación económica, con datos favorables de empleo, consumo y crecimiento del PIB.
Rotación sectorial, donde el dinero comienza a fluir hacia sectores más cíclicos o de crecimiento.
Entender qué es bear market es clave para cualquier persona que quiera invertir con criterio. Aunque estos periodos suelen venir acompañados de incertidumbre, caídas sostenidas y pérdidas generalizadas, también forman parte del ciclo natural de los mercados.
Un mercado bajista no significa el fin del juego, sino una fase más. Saber identificarlo, actuar con calma y mantener una visión a largo plazo puede marcar una gran diferencia en los resultados de tus inversiones.
La educación financiera y la estrategia son tus mejores aliados, especialmente en entornos difíciles. Si quieres seguir aprendiendo y prepararte mejor para cualquier escenario, en nuestro blog encontrarás muchos más recursos pensados para ti.
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El término “bear market” proviene del comportamiento del oso, que ataca con sus garras hacia abajo. Esta imagen representa la caída de los precios en los mercados financieros durante una fase bajista.
La duración de un bear market varía según el contexto. Algunos duran solo unos meses, como el de 2020, mientras que otros, como el iniciado en 2008, pueden prolongarse más de un año. No existe una duración fija.
Depende del perfil del inversor y de la estrategia. Algunos aprovechan los precios bajos para comprar activos de calidad a largo plazo. Aun así, es clave contar con un plan claro y entender los riesgos.
“Mercado oso” es la traducción literal de “bear market”. Ambos términos se refieren a una fase del mercado en la que los precios caen de forma sostenida y el sentimiento general es pesimista.
Sí, algunos inversores lo consiguen mediante estrategias como el short selling, activos refugio o inversión en sectores defensivos. Aun así, los riesgos son altos y se necesita experiencia.
Un bull market se asocia a subidas sostenidas de precios y optimismo, mientras que un bear market implica caídas prolongadas y un clima de incertidumbre. Representan fases opuestas dentro del ciclo del mercado.
Jennifer Pelegrin
SEO Content Writer
Jennifer Pelegrin es redactora SEO con cinco años de experiencia escribiendo para sectores como las finanzas y la ciberseguridad. Está especializada en transformar temas complejos en contenidos fáciles de entender, ayudando a los lectores a comprender mejor la información.
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