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Escrito por Jennifer Pelegrin
Actualizado 14 de julio de 2025
Muchos traders que empiezan quieren entender bien qué es el swing trading y por qué tantos lo eligen como estilo principal. Este enfoque se basa en aprovechar movimientos del mercado que duran varios días, a veces incluso semanas.
Es una forma de operar que combina análisis técnico, gestión del riesgo y paciencia. No hace falta estar frente al gráfico todo el día, pero sí tener un plan y saber cuándo entrar y salir del mercado.
En esta guía vas a descubrir cómo funciona el swing trading, qué lo diferencia de otros estilos y qué necesitas para aplicarlo con criterio desde el primer día.
El swing trading consiste en aprovechar los movimientos del mercado a corto y medio plazo, manteniendo operaciones abiertas durante varios días o semanas.
Las decisiones de entrada y salida se basan en análisis técnico, patrones gráficos y niveles clave como soportes y resistencias.
Es un estilo flexible que permite operar en acciones, forex o criptomonedas sin necesidad de seguir el mercado en tiempo real.
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El swing trading es una estrategia de inversión que se centra en operaciones de corto a mediano plazo, con el objetivo de capturar tramos del mercado que duran desde unos días hasta algunas semanas.
El objetivo es detectar un movimiento, entrar cuando empieza y salir antes de que se agote. Puede aplicarse tanto en subidas como en bajadas del mercado.
Este estilo se basa sobre todo en el análisis técnico. Se buscan giros de tendencia, zonas de soporte o resistencia, y señales que indiquen un cambio claro en la dirección del precio.
El swing trading se puede utilizar en distintos instrumentos financieros: acciones, divisas, índices, materias primas, criptomonedas, etc. Lo importante es que el mercado tenga cierta volatilidad y movimientos definidos.
No exige estar pendiente todo el día de la pantalla, ya que basta con revisar el gráfico una o dos veces al día para gestionar bien las entradas, salidas y el riesgo. Es una opción muy utilizada por traders que compaginan esta actividad con otros trabajos o rutinas.
Para profundizar, puedes visitar nuestra categoría especializada de swing trading.
Para entender cómo se aplica el swing trading en la práctica, es importante tener claro cuánto dura una operación, qué tipo de movimientos se buscan y en qué mercados se puede utilizar.
No se trata solo de comprar y esperar, sino de identificar momentos clave en los que el precio tiene margen para moverse.
En estrategia swing, las operaciones tienen una duración variable, normalmente de varios días a algunas semanas, dependiendo de la estrategia y del comportamiento del mercado.
El foco está en capturar un movimiento concreto del precio, al alza o a la baja, con una gestión clara del punto de entrada, el objetivo y el riesgo. Al no operar intradía, el seguimiento puede hacerse con tranquilidad, revisando el gráfico una o dos veces al día.
Las oportunidades se identifican sobre todo con análisis técnico. El trader analiza los gráficos para detectar zonas de soporte y resistencia, rupturas de niveles y cambios de tendencia.
También se utilizan patrones gráficos como triángulos, canales o figuras de doble suelo y doble techo. Estos patrones ayudan a anticipar posibles movimientos del precio.
A esto se suman indicadores técnicos, como el RSI, las medias móviles o el MACD, que refuerzan la lectura del gráfico y dan más contexto a la decisión.
La clave está en interpretar bien el comportamiento del precio y encontrar momentos en los que haya una probabilidad razonable de que el mercado se mueva a tu favor.
El análisis técnico para swing trading es la base de muchas decisiones, ya que permite identificar niveles clave de soporte, resistencia y cambio de tendencia con mayor precisión.
Esta estrategia puede aplicarse en una gran variedad de mercados. Lo importante es que el activo tenga suficiente liquidez y cierta volatilidad para que se produzcan movimientos aprovechables.
Los más comunes son:
Acciones: Especialmente útiles para principiantes, por la variedad de compañías y la claridad de los gráficos diarios.
Forex: El mercado de divisas es más volátil y está abierto 24 horas. Requiere algo más de experiencia. Puedes conocer los principales pares en nuestra guía de pares de divisas en Forex.
Criptomonedas: Por su alta volatilidad, ofrecen muchas oportunidades, aunque también implican mayor riesgo.
También se puede aplicar en índices, materias primas o CFDs. En general, cualquier mercado que permita observar movimientos claros.
El swing trading se apoya en movimientos técnicos del precio que se repiten con cierta frecuencia. La clave está en usar herramientas sencillas pero efectivas para detectar esas oportunidades y actuar en el momento adecuado.
Estas son algunas de las estrategias más utilizadas por los traders que operan en marcos temporales de varios días o semanas.
Esta estrategia busca aprovechar los tramos más claros del mercado: cuando el precio sube o baja con fuerza y de forma sostenida.
El objetivo es entrar cuando una tendencia ya está en marcha, pero aún tiene recorrido.
Se puede operar en largo (compra) o en corto (venta), según la dirección del movimiento.
Indicadores como las medias móviles, el RSI o el MACD ayudan a confirmar si la tendencia es sólida.
Una vez dentro, se mantiene la posición hasta que haya señales claras de agotamiento o cambio de dirección.
Otra forma habitual de operar es aprovechar los rebotes del precio en zonas clave.
Los soportes son niveles donde el precio suele frenar una caída.
Las resistencias marcan techos donde el precio tiende a detenerse al alza.
Cuando el precio rebota en uno de estos niveles, puede ser una buena oportunidad para entrar.
También se puede operar la ruptura de un soporte o resistencia, si se confirma con volumen o fuerza en la vela.
El uso de patrones gráficos en swing trading permite anticipar movimientos del precio basándose en figuras técnicas como triángulos, dobles suelos o banderas.
Muchos swing traders utilizan estas formaciones clásicas del análisis técnico para anticipar giros o continuaciones de tendencia.
Entre los más comunes:
Doble techo y doble suelo
Triángulos (simétricos, ascendentes o descendentes)
Hombro-cabeza-hombro (y su versión invertida)
Banderas y banderines
Vela martillo
Estos patrones no garantizan el resultado, pero ayudan a estructurar mejor la entrada, el stop y el objetivo de beneficio.
El swing trading no es ni mejor ni peor que otros estilos. Tiene puntos fuertes que lo hacen atractivo para muchos traders, pero también ciertos riesgos que conviene tener en cuenta antes de empezar.
Compatible con otras actividades: No exige estar pendiente todo el día de los gráficos, por lo que se puede compaginar con un trabajo o estudios.
Menos operaciones, más calidad: Al centrarse en movimientos amplios, no es necesario operar a diario. Eso permite seleccionar mejor cada entrada.
Menos estrés que el day trading: El ritmo es más pausado, lo que reduce la presión y la fatiga mental.
Posibilidad de buenas rentabilidades: Si se identifican bien las tendencias o rupturas, se pueden lograr beneficios interesantes con menos operaciones.
Riesgo de noticias inesperadas: Al dejar operaciones abiertas durante días, pueden surgir eventos que afecten al precio sin previo aviso.
Necesidad de análisis técnico: Para encontrar buenas oportunidades, es fundamental dominar conceptos como tendencias, soportes o patrones gráficos.
Mayor exposición al mercado: Cuanto más tiempo se mantiene abierta una operación, más expuesto se está a la volatilidad.
Aunque el análisis del precio es fundamental, muchos traders se apoyan en indicadores técnicos para confirmar señales o evitar entradas precipitadas. Usados con criterio, pueden ser una buena guía para tomar decisiones con más seguridad.
Aquí van algunos de los más habituales:
Medias móviles: Las medias móviles en swing trading ayudan a visualizar la dirección general del mercado. Una media ascendente sugiere tendencia alcista, mientras que una descendente puede avisar de una posible caída. También se usan los cruces entre medias para señalar entradas o salidas.
RSI (Índice de fuerza relativa): El RSI indica si un activo está sobrecomprado (por encima de 70) o sobrevendido (por debajo de 30). Es útil para detectar posibles giros del precio.
MACD: El MACD mide la relación entre dos medias móviles. Sus cruces, junto con el histograma, pueden señalar cambios de tendencia o confirmar que una tendencia se mantiene.
Volumen: Aunque no es un indicador en sí, analizar el volumen junto al precio puede confirmar si un movimiento tiene fuerza o es débil.
Patrones de velas: No es un indicador técnico tradicional, pero muchas entradas se basan en figuras como martillos, envolventes o dojis. Para profundizar en su interpretación, puedes consultar nuestra guía sobre velas japonesas.
No hace falta usar todos. Lo importante es conocerlos bien, entender qué aportan y combinarlos con una estrategia coherente.
No necesitas miles de euros ni experiencia previa para iniciarte, pero sí es importante tener unas bases claras y un enfoque disciplinado.
Media hora al día puede bastar, sobre todo si trabajas con marcos temporales como el diario.
En semanas tranquilas, bastará con revisar el mercado un par de veces. Se trata de calidad, no de cantidad.
Para empezar a practicar, con entre 500 € y 2.000 € puedes abrir una cuenta real y familiarizarte con la operativa. También puedes usar una demo para entrenar sin riesgo.
A partir de 4.000 € puedes operar con más margen y menos impacto por comisiones.
Para hacer swing trading de forma efectiva, necesitas contar con algunas herramientas básicas:
Plataforma de gráficos: Imprescindible para analizar el comportamiento del precio. Debe permitirte visualizar tendencias, marcar soportes y resistencias, y aplicar indicadores técnicos con claridad.
Cuenta con bróker regulado: Busca un bróker que ofrezca spreads ajustados, buena ejecución y acceso a los activos que te interesan (acciones, divisas, criptomonedas, etc.).
Diario de trading: Te ayudará a registrar cada operación, revisar tus decisiones y mejorar tu estrategia con el tiempo.
Plan de gestión del riesgo: Es clave tener definidos tu stop loss, el tamaño de tus posiciones y tu ratio de beneficio/riesgo antes de operar. Un plan sólido incluye niveles claros de stop-loss, take-profit y entradas y salidas precisas basadas en señales objetivas del mercado.
El swing trading es una forma de operar en los mercados financieros que resulta ideal para quienes buscan una estrategia estructurada, pero sin la exigencia constante del corto plazo. Permite aprovechar movimientos definidos del precio con planificación y un enfoque tranquilo.
No hace falta tener experiencia previa para empezar, ya que con una buena base de formación, práctica y control del riesgo, es posible desarrollar una operativa sólida y adaptada a tus objetivos.
Si te interesa el trading y buscas una opción que puedas compaginar con tu ritmo de vida, el swing trading puede ser un buen punto de partida.
Abra una cuenta y comience.
El swing trading es una estrategia de trading que busca aprovechar los movimientos de precio a corto y medio plazo. Las operaciones suelen durar desde unos días hasta varias semanas, según la tendencia del mercado.
Las operaciones en swing trading suelen durar de unos días a un par de semanas, según el movimiento del mercado y la estrategia del trader.
Un swing trade suele desarrollarse en marcos temporales como 1H, 4H o diario. Los traders analizan tendencias en gráficos mayores y ejecutan las entradas en timeframes más precisos como H1 o H4.
Depende del perfil del trader. El scalping implica operar en minutos con alta frecuencia y rapidez, mientras que el swing trading busca recorridos más largos con menos operaciones y mayor margen de planificación.
Es una técnica que consiste en detectar retrocesos dentro de una tendencia para entrar cuando el precio vuelve a su dirección principal. Suele apoyarse en análisis técnico, patrones gráficos y niveles clave.
En swing trading, las temporalidades más comunes son 1 hora (H1), 4 horas (H4) y diario (D1). Estas permiten analizar bien el contexto y operar con margen, sin estar pendiente del mercado en todo momento.
SEO Content Writer
Jennifer Pelegrin es redactora SEO con cinco años de experiencia escribiendo para sectores como las finanzas y la ciberseguridad. Está especializada en transformar temas complejos en contenidos fáciles de entender, ayudando a los lectores a comprender mejor la información.
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